jueves, 5 de abril de 2018

sentarse en lo innecesario



Me gustan las citas y los aforismos, resumen lo que quieres decir y cual es tu estado de ánimo. Mis gustos en cuento a los aforismos son los mismos que en cuanto al cine, música o literatura. Que coincidan con mi momento de ánimo.
A la vida le pido muy pocas cosas: que no me amarguen la existencia, y sobre todo que no me hagan perder mi tiempo. Es mi posesión más valiosa. Lo cotidiano casi siempre me lo salto, lo considerado necesario también. Lo innecesario, es otra cosa: es ahí justo el lugar en que coloco mi tiempo. Cuestión de psiquiatra.
Al arte le pido más: que me inquiete y me sirva para no entender nada de lo considerado normal. Nunca entiendo lo que la gran mayoría da por cierto. De esa forma llego siempre a mi desconcierto. Trabajándomelo día a día.
La vida siempre la he entendido gracias a la literatura, las películas y la música. Creo que la vida hay que bailarla.
Las citas que son afinadas, es porque están afiladas y listas para cortar ese trozo del nódulo cerebral que se utiliza para creer lo más obvio. Lo recurrente, los lugares comunes, no tienen lugar en los aforismos o en las buenas citas. La diferencia entre un artista y un político o financiero es que hablan por boca de ganso, con citas célebres de otros para enmascarar lo que no está en su discurso. Lo que los franceses llamarían contextualizar fuera de contexto. Y los españoles llamamos mear fuera del tiesto.
Contrariamente a la imagen que doy, soy una optimista; lo que ocurre que siempre busco más información. Contrastando e informándose, no queda otro remedio que volverse pesimista.

Están los optimistas y los pesimistas. Los primeros acabaron gaseados. Los otros tienen piscinas en Berverly Hills. (Billy Wilder) 


Los antisistema son ellos, los optimistas.
(instalación de Jan Vercruysse)

1 comentario:

Genín dijo...

Es que la vida hay que zampársela, o ella te devora, un poco como hace la mantis con su amante... :)
Besos y salud