jueves, 24 de noviembre de 2016

en tiempos de incertidumbre no hacer mudanza


Las mudanzas emocionales o habitacionales necesitan muchas cajas. Los recuerdos se acumulan con el paso de los años, y hay que tener mucha energía para llevarlas a cabo.

Como soy de las que hace caso únicamente a aquellas cosas que son tonterías, lo serio de algunas situaciones me deja exhausta. Es que lo mismo plancho un huevo que frío una camiseta. Así que después de 30 años en una casa, me he mudado con miedo, precaución y acompañada de esa madre sueca un poco fría pero modesta y útil que hace que las casas españolas presenten un aspecto menos "barroco apañaó".

Acompañada de unos inmigrantes que llevan con sus furgonetas cosas que son imprescindibles, y otras que ni te hace falta, me he mudado. Nunca creí que fuese capaz. Y menos que la mudanza tuviera que someterse a los rigores de una estricta casera que marca unas leyes que para sí quisiera el soviet.

Acabado el importante momento, miro en mi antigua casa y veo que me queda el 80% de trasterio y cosas sin las que no sé vivir. Así que miro y remiro y después de horas tiro una revista y un clip. Será muy lento pero muy seguro. Soy coleccionista, de esos que terminan siendo vulgares almaceneros. !Y menos mal que no puedo comprar fotos desde hace años! Por otro lado es lo único serio que he hecho.

Incertidumbre, tienes nombre de soltera de Teruel.

2 comentarios:

Genín dijo...

¿Mudanza?
Madre mía, me dan escalofríos de solo pensarlo, yo creo que ya no podría...
En mi pasado quedan tantas... incluso con el charco de por medio...
Besos y salud

marcela dijo...

Genin, también creía que jamás, sin embargo me alegro de dejar una casa que me gustaba mucho. Solo he pasado en ella 32 años.
Besos y salud.