miércoles, 16 de diciembre de 2015

no hay deseo sin incertidumbre


Cuando se desviste al amor de sus grandes palabras, lo que queda es una pasión turbia, siempre pendiente de cosas misteriosas que no podemos dominar. Un filo resbaloso y cortante, plagado de incertidumbre. Porque si no hay incertidumbre no hay deseo, sólo la paz de los camposantos. 

Demasiada incertidumbre tampoco es buena, porque entonces es la paz del exilio. Y de guerras mejor no hablar, porque de las guerras siempre sale la desolación y las ruinas. Turbulencias e incertidumbres algunas veces. No siempre.

3 comentarios:

Pam Sandoval dijo...

fUERTE la entrada.. me gustó.

Genín dijo...

Que lástima que tengas tanta razón... :(
Besos y salud

Blue dijo...

Exacto, hasta la música necesitas sus silencios.
Besos, Marcela.