sábado, 23 de mayo de 2015

andar a la deriva



“Y cuando el viajero carece absolutamente de puerto, no tiene ni base ni destino”. “Se rinde a un deseo sin nombre, como el barco de un ebrio”. Cualquier sombra le parece presencia.

Se convierte en un desterrado, un viajero, un peregrino que recorre el mundo, que lo escudriña y lo toca, que se zambulle en él, y que horada sus misterios.Pero que no se hunde en sus raices.

Ese andar deterrado solo quiere decir que buscó, pero que no sabía dónde buscar. Por lo que encontró cualquier cosa.

2 comentarios:

Genín dijo...

Hubo un tiempo, ya hace muchos años de eso, que fui viajero sin puerto ni destino alguno, por vicio casi, y tengo que confesarte que añoro aquellos lejanos días, no sabes como los disfrutaba, también aquellos lejanos amores, muchos ya olvidados, otros tan efímeros que ni siquiera estoy seguro de que fueran amores, sin embargo, hoy en dia, su común denominador me hace suspirar profundamente con nostalgia de su femenino aroma...:)
Besos y salud

Blue dijo...

La única manera de encontrar algo es perdiéndose.
Cómo sabe Genín, ¿eh?

Besos.