domingo, 20 de enero de 2013

Un tiempo de malestar


El presente es un tiempo fragmentado, impreciso e indeciso. Es decir, no se ve por dónde vamos. De ahí, que el arte de hoy refleje la confusión de vivir. El arte de vanguardia, hoy está representado por figuritas de porcelana o círculos de intereses.
La fotografía con su pasión meláncolica ha dado paso a expresiones solitarias que dicen realmente el estado de todos nosotros. La soledad: eso es nuestra realidad y nuestro tiempo contraído y contrariado.
Con un futuro que no va más allá de los cinco minutos siguientes, y un pasado que nos hemos ocupado de borrar de manera sistemática.
Asistimos a la rápida evolución del "aquí y ahora" pasar pasar al !ya, mismo!A la intimidad le sobra escenografía, a la vida le sobra teatro y drama,  y una hipertrofia de realidad  descentra nuestras figuras sin referentes, en un mundo dónde predominan dos líneas juntas: poder y placer.
Malestar frente bienestar. "Mejor estar" esa ridícula pretensión de inconformidad, frente al sencillo estar bien.

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