sábado, 14 de noviembre de 2009

por un puñado de ideas







Sartre, nos dice que el infierno son los demás; para Lynch, el infierno está dentro de nosotros. Lo inquietante es un lugar establecido en todas sus películas. Incluso con los ojos cerrados puedo ver más allá de lo que quisiera ver.
Lo que se calla, los miedos terminan siempre por aparecer. En el cine de Lynch lo fantástico trabaja dentro de lo real con sucesos fuera de lo normal, que provocan en el espectador la inquietud. No sólo intenta provocar miedo, sino aquello que inquieta, que hace al lector perder su seguridad en lo establecido. El miedo lo llevamos todos puesto antes de ir al cine, aún cuando creemos que lo dejamos guardado el el baúl de nuestros juguetes.
Lynch el hombre de la cabeza borradora posee un físico que ha terminado por parecerse a sus personajes, como ocurre con casi todo a lo que se dedica una vida. La vida se parece a lo que se hace. Somos por lo que hacemos más que por lo que soñamos.

3 comentarios:

Blue dijo...

Me da rabia contradecir a Sartre pero estoy con Lynch, el infierno está dentro de nosotros...y más cosas que el infierno también.
En realidad creo que somos un pozo sin fondo.

Saludos.

Pilar Mandl dijo...

El infierno? creo que se va turnando... ahora por tu culpa... ahora por la mía... los dos tienen razón. Me gusta Linch y me gusta Sartre, los dos mucho. Y no soy quien para contradecirles.
Pero, ¿se puede tener toda la vida el mismo corte de pelo y ser "rompedor" con sus ideas? ...¡qué incongruencias!

Un besazo

PD. :-( :-( :-( :-(
No consigo que se "me vea" como tu seguidora... y sigo intentándolo :-(

ROSA ALIAGA dijo...

somos lo que hacemos, no me puedo imaginar la cara que tendré dentro de diez años, espero que no sea de poligonera, la cambio por bibliotecaria