jueves, 9 de julio de 2009

nosotros como ajenos

Yo te abrazaba, porque me hacía gracia vernos en un espejo de cualquier escaparate, detrás de un turista sonriente. Para salir dos sin pedir un favor, siempre habrá algún cristal que nos refleje.
Ahora, que es verano, pienso que seguimos retratados en algunas de esas fotos extranjeras, en un segundo plano, y con desconocidos.
Y así, tengo varias fotos tuyas en museos y en plazas. Y siempre tengo en ellas un japonés, que a su vez te tendrá también en su álbum de Tokio.

3 comentarios:

MBI dijo...

Es como si fuera la voz de otra y te atrapa y te fascina...

marcela dijo...

Es a voz de otra...y qué bien atrapar con casi nada.
Tus post magníficos. Un beso

fiorella dijo...

Lo leería muchas veces más de las que lo leí, es circular e hipnótico.Un beso